
Con el objetivo de promover políticas nacionales y con la intención de proyectar una política pública junto al Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial (MVOT), tanto FUCVAM como la Intendencia de Montevideo (IM) llevarán a cabo un relevamiento de toda información disponible sobre la situación de las personas con discapacidad viviendo en cooperativas.
Las barreras para una persona con discapacidad no son solo físicas. Algunas, según expresa el licenciado en psicomotricidad y responsable de la Secretaría de Discapacidad, Martín Nieves, son “actitudinales” y son las que, a su parecer, “terminan haciendo la diferencia”. La mayoría de las personas, por ejemplo, adquiere discapacidades con el paso del tiempo por cuestiones laborales. Y muchas veces, es la sociedad quien incapacita a un adulto mayor a integrarse.
El desconocimiento sobre cómo la discapacidad es un patrón que se repite entre trabajadores y trabajadoras que finalizan su vida, lleva a la invisibilización. Y muchas veces este es el mayor factor de incapacidad. “La sociedad incapacita”, concluyó Nieves en diálogo con el Portal de FUCVAM.
“Lo hemos notado, por ejemplo, en el sector de la construcción. Que muchas veces son perjudicados por el propio sector. Tenemos la impresión de que las cooperativas inician con poblaciones jóvenes, con una fuerza bárbara, pero con el paso del tiempo las personas van perdiendo esa capacidad de transformación de la realidad, y un movimiento cuyo objetivo principal de garantizar un derecho a la vivienda, termina no garantizándolo por vía de la invisibilización”, aventuró Nieves.
La idea de promover una encuesta, la que han respondido 175 de 375 cooperativas por ayuda mutua montevideanas, es poder, en un principio, contabilizar la cantidad de personas que estén en situación de discapacidad, dimensionar el tamaño de la población dentro de FUCVAM, algunas de sus características como la edad y el género, y también, acceder a información sobre las dificultades que pueden presentar las construcciones en las unidades y los espacios públicos de la cooperativa.
“Con los compañeros de FUCVAM, hablamos sobre dar la discusión del derecho a la vivienda para toda la vida, porque muchas veces pensamos que logramos tener el derecho, pero como todo Derecho Humano, se tiene que mantener y reivindicar, porque puede retroceder”, sostuvo Nieves.
Muchas veces la población “se tensiona” porque falta en un edificio un ascensor externo, un elevador electromecánico y algunos edificios, donde antes vivían jóvenes, tienen que reajustarse. Este siempre fue un elemento común en las demandas que llegaban a la Secretaría, pero en el caso de FUCVAM, existe un gran componente de “integración” que permite, a la vez, desarrollar un trabajo con enfoque comunitario.
"Es una oportunidad, para pensar con el movimiento cooperativo y, en específico, con FUCVAM, debemos primero tener un acercamiento de la realidad de las cooperativas para pensar en una estrategia conjunta para visibilizar esta situación y, posteriormente, discutir acciones políticas a implementar o articular con el MVOT", remarcó Nieves, tras asegurar que la idea es llegar al máximo de cooperativas encuestadas para mayo o junio de este año.
El proyecto tiene tres etapas. La primera será de recolección de datos, la segunda será de análisis de los datos y la tercera de confección de una política para trasladarla a las autoridades ministeriales. “Estamos ante un cambio de autoridades ministeriales, no nos hemos reunido con el Ministerio, estamos esperando a que las autoridades vayan llegando, si bien ya hemos mantenido algunos intercambios”, informó Nieves.
La vivienda como Derecho Humano y como demanda recurrente
Hace tres años que el eje de la vivienda comenzó a ser un pilar en el trabajo de la Secretaría de Discapacidad. El derecho a la vivienda es una de las demandas más recurrentes en la población y eso es algo que tanto Nieves como la Licenciada en Trabajo Social y referente en vivienda dentro de la Secretaría de Discapacidad, Florencia Cochubey, tienen claro.
Cochubey, en particular, es una de las cinco trabajadoras sociales que trabajan en la Secretaría, aborda el tema y asegura que en el trabajo en territorio la demandas en vivienda son recurrentes. Al mismo tiempo, que las políticas públicas dirigidas al tema son casi inexistentes. Las organizaciones sociales son las que pueden visibilizar el tema.
Según Nieves, es común que la Secretaría trabaje en “sinergia” con organizaciones sindicales y sociales. Su propia trayectoria profesional está vinculada al Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (SUNCA) y esa modalidad de trabajo la trasladó a la Secretaría de la IM.
“Como Secretaria es usual realizar esta clase de sinergia con las organizaciones sociales, tenemos convenio con cinco servicios de la Universidad de la República para trabajar con tres sindicatos: de construcción, asistentes personales y metalúrgicos”, especificó Nieves para luego indicar que durante el trascurso de estos proyectos se dieron cuenta de que la discapacidad no “contaba con un espacio y que las políticas públicas no lo abordan”.
“En la Secretaría hay varias líneas de trabajo, vivienda, participación, educación y cultura inclusiva. Uno de los ejes más demandados, y por pedido del equipo, lo comenzamos a abordar es la vivienda”, relató Cochubey para luego asegurar que, incluso en su propia trayectoria profesional como trabajadora social así como en su vivencia personal, siendo una infancia habitante de Mevir, ha notado que "la vivienda es una de las demandas que más surgen”.
“La demanda de vivienda y no solo lo percibo yo, sino el resto de las trabajadoras sociales del equipo, es transversalizada”, remarcó Cochubey, para luego indicar que las demandas surgen “no solo en discapacidad, sino en todas las personas en diversidad de población y a nivel nacional”.
Sobre la capacidad de respuestas, Nieves afirmó que, si bien la comuna cuenta con políticas de mejoramiento de viviendas, el factor “social” o “dominó” de la discapacidad no es abordado. Además de que las personas con discapacidad suelen estar por “debajo de la línea de la pobreza”. Mientras que la demanda se explicita al primer abordaje territorial.
"Cuando nuestro plan comenzó a desarrollarse por todo el territorio, algunos alcaldes o referentes en territorio manifestaron la necesidad de cubrir una preparación o mejora de vivienda con personas con discapacidad, a veces, es una simple intervención en la vereda para que las personas puedan salir dentro de la casa o agrandarle los marcos de la puerta", ejemplificó el responsable de la Secretaría de Discapacidad.
Otro conflicto que surgió fue el de los edificios y el envejecimiento de la población, allí comenzaron a estudiar las características de las normativas para la accesibilidad. Pero el foco estuvo puesto principalmente en concientizar a las comunidades sobre la perspectiva de Derechos Humanos con la que se debe observar a la discapacidad.
"Comenzamos a hacer notar que existía normativa respecto a la accesibilidad de los edificios tanto por la Intendencia de Montevideo, como por la Cámara de Construcción. El punto es que la discapacidad no es únicamente un problema con el que se nace, también puede ser un accidente, un infarto cerebro vascular o por vejez, entonces, se daban cuenta años después que el edificio no contaba con esas condiciones”, informó Nieves.
La discapacidad conjuga “precariedad, falta de ingresos y procesos que llevan tiempo”, definió el responsable de la Secretaría, para luego asegurar que la adaptación de las viviendas es solo la parte “física”, también existe un proceso de adaptación que también impacta en el núcleo familiar y que eso debe leerse desde “una perspectiva de género”.
“Las jefas de hogar terminan siendo cuidadoras, deteriorándosele la espalda, la columna, las articulaciones y eso genera un efecto dominó”, complejizó Nieves, en este sentido la vivienda es tomada como “algo que sucede en el correr de la vida"
Para abordar desde esta perspectiva a FUCVAM, cuentan con cursos de capacitación de la Facultad de Arquitectura. Que puede indicar las caracterizaciones de las diferentes cooperativas, así como también puede “analizar la arquitectura de los complejos habitacionales y, en particular, de las cooperativas”, indicó Cochubey.
Con respecto a la experiencia del equipo en grandes complejos habitacionales, Nieves sostuvo desde la Secretaría se tuvo aprender a abordar la problemática midiendo “la dimensión del stock habitacional y las características de accesibilidad de los edificios”.
Asimismo, el responsable de la Secretaría, sostuvo que, si bien han tenido experiencias como en los complejos habitacionales de gran densidad poblacional como los de Euskal Erría en Malvín Norte, el factor de “pasaje de tiempo” y el aumento de población con discapacidad por vejez o accidentes cardiovasculares, necesita “una comunidad organizada”.
“Necesitamos comunidades organizadas defendiendo los derechos de la población y qué Derechos Humanos, como la vivienda, son difíciles de sostener en el tiempo. Hay cooperativas con renovación generacional, pero entiendo, por las características de FUCVAM, que se reivindica mucho a la generación fundacional, no solo priman la adquisición de la vivienda, sino que le dan continuidad al cuidado de los derechos. Por estos elementos, nos parecía interesante articular desde la Intendencia con FUCVAM, ya que tenemos sintonía en la forma de abordar un Derecho Humano, como la vivienda”, concluyó Nieves.