Según informó la presidenta de la Confederación Uruguaya de Entidades Cooperativas (CUDECOOP), Alicia Maneiro, un millón y medio de uruguayos y uruguayas participa del cooperativismo.
Foto: Gustavo Castagnello
En el marco del Día Internacional del Cooperativismo, en la audición de FUCVAM #HabitarElPensamiento participaron la presidenta de CUDECOOP y su vicepresidenta, Marisol Fuentes. Ambas analizaron el presente político y las fortalezas del cooperativismo en la actualidad.
Como presidenta de la confederación de cooperativas del país, Maneiro aclaró que dentro de sus integrantes se encuentran las federaciones cooperativas de trabajo, agro, ahorro, vivienda, crédito y consumo. Bajo estas modalidades de organización se concentra a casi la mitad del país.
“Hay que trabajar y hacer un trabajo de territorio muy fuerte, tenemos 11 mesas en todo el Uruguay, también realizamos tareas vinculadas a la institucionalidad del cooperativismo, somos la voz gremial dentro del Instituto Nacional de Cooperativismo (INACOOP)”, informó Maneiro para luego agregar “qué organismos como la Organización Internacional de Trabajo han recomendado a los países desarrollar la modalidad del cooperativismo y recomendaron apropiarse de esta idea”.
Pese a este reconocimiento internacional, tanto Maneiro como Fuentes afirmaron que hubo algunos recortes en proyectos de importancia para CUDECOOP, como el Programa de Formación Cooperativa (PROCOOP). Bajo esta línea programática, INACOOP impulsa investigaciones y abre una modalidad de cursos para inscribirse en la Universidad de la República.
“Antes firmamos un convenio para PROCOOP de 64 millones de pesos, ahora contamos con un fondo concursable de 46 millones de pesos. Y cada proyecto, individualmente, puede acceder a 12 millones de pesos como máximo”, detalló Maneiro, para luego remarcar que el cooperativismo no solo contaba con el aval de organizaciones internacionales, sino que también tenía diversas “bondades”.
“Nosotros sentamos nuestra mirada en las personas y no en el capital. Al sostener sistemas así también nuestra vida gira en torno al derecho al trabajo, a la salud, la educación, la vivienda. En etapas de crisis tambaleamos, pero no se puede tirar abajo el sistema”, definió por su parte Fuentes.
Sobre este punto, Maneiro sostuvo que durante la pandemia el movimiento cooperativo siguió creciendo y agregó que representa una “herramienta” para disminuir la informalidad laboral. “Además, durante la pandemia, la cantidad de trabajadores vinculados al sector del cooperativismo no disminuyó, por más de que haya habido recesos”, remarcó la presidenta de CUDECOOP.
La historia concreta y la colectiva
Según una investigación propiciada por PROCOOP, también ejecutada por la Usina de Percepción Ciudadana y por CUDECOOP, se pudo que somos la modalidad más conocida del cooperativismo y que una de las instituciones más reconocida es FUCVAM. “Ese estudio permitió ver las bondades del sistema de construcción en cooperativismo”, sostuvo Maneiro.
Consultadas por su propio ingreso al cooperativismo, Maneiro informó que formaba parte de una cooperativa de vivienda desde la preadolescencia. “Mi padre fue socio fundador de una de las cooperativistas de Mesa 4. Después de adulta ingresé a una cooperativa del Cerro, hicimos todo el proceso de obra y hace 30 años vivimos allí”, relató la presidenta de CUDECOOP, quien representa a FUCVAM dentro de la confederación. Maneiro fue tesorera de FUCVAM, desde 2013 a 2017. Luego, desde 2017 a 2019, fue presidenta de la Federación.
Fuentes ingresó al cooperativismo a través del sindicato de postales, en 1981. Tras el retorno a la democracia, los trabajadores postales lograron descubrir que en 1973, el sindicato había conformado una cooperativa de vivienda. El proceso de personería jurídica se había concretado, pero quedó en pausa por la Dictadura. En la Confederación representa a la Federación de Cooperativas de Producción del Uruguay, fue tesorera de FUCVAM desde 2001 a 2005.