Un fraterno saludo a los pioneros que fueron capaces ya a fines de los 60 de crear un modelo de construcción de viviendas populares.
En el mismo colocaron ejes fundamentales que hasta el día de hoy tienen total vigencia, autogestión, ayuda mutua y propiedad colectiva. Pero para sostenerlo dentro del sistema imperante no tuvimos descanso, porque somos capaces de decirle al mundo que las y los trabajadores no necesitamos patrones para construir nuestras viviendas. Y ello es un ejemplo que no nos perdonan.
Somos parte de la clase social que levanta el país todos los días, somos los que generamos la riqueza que por cierto está muy mal repartida en el mundo.
Fueron 53 años de lucha permanente por la vivienda popular y seguimos manteniendo hasta el día de hoy que la vivienda es un derecho humano y no una mercancía.
En lo colectivo y en nuestra consecuencia aún en los peores momentos de la historia está nuestra fortaleza.
Tampoco nos perdonan que hablemos de variados temas, mucho más allá de la vivienda, porque toda injusticia nos conmueve y nos oponemos a ella.
Asambleas Nacionales, huelgas de pago, ocupaciones por Cartera de Tierras, marchas a pie a lo largo y ancho del país, vigilias, plantones, jornadas solidarias, en definitiva militancia activa por nuestros postulados, signan estos 53 años.
Son cincuenta y tres años, de realizaciones concretas no solamente levantando viviendas, sino salones comunales, gimnasios, policlínicas, bibliotecas, guarderías gestando de esta forma verdaderas porciones de ciudad alternativa.
Somos además un Movimiento que se extiende a lo largo y ancho del país, en cada pueblo y ciudades del Interior se levantan nuestras Cooperativas. Hemos además trascendido nuestras fronteras, en la actualidad más de 15