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Guía doméstica para entender el presupuesto uruguayo en 2025
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En la foto se ve un adulto con un celular apuntando al cuerpo de la Cámara de Representantes acompañado por un niño /Foto: Departamento de Fotografía del Parlamento del Uruguay

El Ministro de Economía y Finanzas (MEF) y responsable político de la redacción del Presupuesto, Gabriel Oddone, diagnosticó un “escenario de restricciones” para el país.

 

El diagnóstico, 2 de abril

La primera vez que el Ministro de Economía y Finanzas, Gabriel Oddone, y el resto del equipo económico del gobierno mantuvieron una reunión fuera del gabinete no fue un día cualquiera. Su comparecencia tuvo lugar en la Comisión de Hacienda de Diputados, a la que asistieron la vicepresidenta Carolina Cosse, el Presidente de la Cámara de Representantes Sebastián Valdomir, los senadores de la oposición (Javier García, Luis Alberto Heber, Tabaré Viera y Pedro Bordaberry), y el diputado disidente de la oposición, el cabildante Álvaro Perrone.

Ese día, 2 de abril, el Ministro de Economía dejó de lado su postura pragmática y técnica para mostrar su lado más político. Primero, analizó la situación internacional en la que se encontraba Uruguay. “Un cambio de época, pero no una época de cambios”, fue la cita que Oddone eligió para comenzar a describir la situación ante tan amplia convocatoria parlamentaria.

Tras definir el contexto general de esa manera, Oddone, quien en entrevistas se había definido como pragmático, presentó las mediciones internacionales de “incertidumbre comercial”. Ese mismo día, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, había anunciado un aumento del 35% al 50% en los aranceles a los productos importados. Esta subida había generado, según el titular de Economía, un “cambio sustancial en las reglas de juego”. La incertidumbre en los mercados durante la pandemia midió 250, mientras que en ese momento los niveles figuraban en 500, en comparación con el entorno de 50 hasta 2021. Esa era una de las principales “restricciones” que enfrentaba Uruguay.

A la subida de aranceles se le sumaba otro fenómeno: el aumento de los intereses de la deuda pública. Es decir, los bonos que suelen comprar los Estados, por lo general latinoamericanos, para financiar sus políticas, iban a representar mayores niveles de endeudamiento. Las “tasas de bono” promediaron 2.91% entre 2005 y 2024, según los datos presentados el 2 de abril y actualizados el 8 de junio, cuando Oddone asistió a la misma cámara para presentar la Rendición de Cuentas. Hoy, promedian un 4.9%.

Al mismo tiempo, los precios de las commodities, es decir, de las materias primas como la soja, bajaron. Antes, la tonelada valía en promedio 900 dólares; este año, comenzó a valer 300. El mundo pasó de ser globalista a ser proteccionista. “Un elemento totalmente distinto a lo que ha ocurrido en el mundo en los últimos 70 años”, definió Oddone para luego volver a indicar que este era un “escenario de restricciones”. El “Día de la Liberación”, como denominó Trump a su hazaña nacionalista, supone para el ministro de Economía uruguayo “una alteración sustancial de las reglas de juego, tanto comerciales como en la movilidad de las personas, e introducen desafíos, por supuesto, amenazas, pero también oportunidades para un país abierto al mundo”.

“Hay un desencanto de las clases medias en el mundo desarrollado como consecuencia del desencanto provocado por las expectativas que las personas tenían. Este desencanto se extendió a los hijos de muchos votantes en el modelo de desarrollo de los últimos 30 años”, indicó Oddone tras subrayar que el punto explicado había que “tomarlo como dato”. El país no se enfrentó a una situación de “este calibre” en los últimos 25 años.

A este escenario internacional, Oddone le sumó las “restricciones domésticas”. “El punto de partida con el cual el gobierno en la gestión política económica” es, según Oddone, el siguiente: el déficit fiscal más elevado de los últimos 35 años, una deuda pública que representa anualmente el 10% del Producto Bruto Interno (PBI) y cuya “deuda neta” alcanza el 57.2% del PBI.

La situación fiscal, como adelantó el Ministro en una entrevista, era más grave que la que había planteado el gobierno anterior, con un aumento de 970 millones de dólares que representaban “gastos postergados” y “adelantos de impuestos”. 

“Lo que nos importa es mostrar esto con perspectiva histórica”, comenzó Oddone para luego remarcar que ese era el déficit fiscal “más elevado de los últimos 35 años”. “No estamos ante una situación fiscal despejada, estamos en el mismo punto de partida que en 2019”, expresó.

“El crecimiento es clave”, respondió Oddone aunque señaló que los cambios en el atraso cambiario. “Si no aceleramos la tasa de crecimiento económico no podemos mejorar nuestro modelo de convivencia”, remarcó para luego indicar que entre 2015 y 2019 la economía estuvo fuertemente estancada con un crecimiento del 1%, salvo en 2024, cuando el crecimiento aumentó a 3.1%, siendo el sector agroexportador el que más creció, llegando a un 11%, pero en comparación con el año anterior en el que hubo sequía.

Para crecer, el país necesita inversiones. Según Oddone, para crecer al 2% anual se necesita un aumento del 20% de las inversiones: 4 mil millones provenientes de la inversión pública y otros 12 mil millones de dólares de inversión privada. La inversión privada de mayor magnitud en Uruguay fue la realizada por UPM, que capitaliza 6 mil millones de dólares.

Para ello, Oddone se propuso fortalecer la “estabilidad macroeconómica”. “No podemos convivir con un 4% de déficit fiscal”, lo que nos llevaría, según el titular de Economía, a un aumento tendencial de la deuda pública. “Si la deuda pública crece, lo único que sabe cualquier inversor privado es que en algún momento va a haber un corte de gasto y un aumento de impuestos”, dedujo Oddone, y propuso un plan que fijó dos prioridades de inversión pública: la gestión del agua y la logística.

El Ministro de Economía dijo en el Parlamento que estamos viviendo en “un cambio de época”. Los senadores de la oposición no lo contradijeron, salvo en las cifras del déficit fiscal. Pero, de inmediato, el presidente Orsi respaldó a Oddone durante una rueda de prensa asegurando que “hay que hablar seriamente de Economía”. 

Los medios se abalanzaron sobre las cifras del déficit fiscal más alto de los últimos 35 años. Nadie negó estar viviendo un cambio de época. Tampoco se argumentó en contra de concebir, como respuesta política, el ostracismo: “no es una época de cambios”. Ni siquiera lo desmintió el Profesor de Historia y Presidente de la República, Yamandú Orsi.

Rendición de Cuentas: cambió la metodología y se duplicó la pobreza

Los meses pasaron y la información sobre los “gastos postergados” del anterior gobierno, así como el déficit fiscal, tensaron las relaciones entre oficialismo y oposición. Las negociaciones de la Caja de Profesionales insumieron para el gobierno otro gasto imprevisto. A fines de mayo, Oddone asistió al Parlamento y sostuvo que habría que hacer “concesiones”.

A comienzos de julio, las concesiones se materializaron y significaron un aumento de 218 millones de pesos al mes, cuando la propuesta original del gobierno establecía aportar 110 millones de pesos mensuales desde Rentas Generales a la Caja.

La Cámara de Representantes representa una piedra en el zapato para aplicar la agenda, ya que el Frente Amplio no tiene mayoría. Senadores oficialistas, con la intención de reforzar las arcas del Estado, se hicieron eco de la central sindical y propusieron aplicar un 1% de interés al 1% más rico. Aumentar los impuestos es una discusión que la fuerza tiene en su programa de gobierno, pero Orsi declaró en un debate presidencial que no subiría los impuestos.

Hasta que llegó, por fin, la Rendición de Cuentas, ingresó por Diputados. Oddone pedía un “aumento del tope de deuda”. El Estado uruguayo, cuya regla fiscal instrumentada a través de la Ley de Urgente Consideración, establecía un tope de endeudamiento de 2200 millones de dólares. Oddone quería extenderlo a 3450 millones de dólares.

La comparecencia en la Comisión de Presupuesto integrada con Hacienda duró ocho horas. “El centro de la orientación de la política económica durante este período de gobierno, en tanto tiene como foco principal contribuir a la cohesión social y reducir los niveles de desigualdad, necesita recursos, y el foco está en el crecimiento, precisamente”, jerarquizó Oddone tras explayarse sobre la situación de los principales socios de Uruguay y la baja de precios de commodities como la carne.

“Lo primero –algo que todos sabemos– es que Uruguay tiene 10 años de crecimiento a una tasa absolutamente insuficiente para sostener el nivel de convivencia que los uruguayos deseamos. Creciendo al 1%, Uruguay no logra ni los niveles de prosperidad ni los recursos suficientes como para poder generar las políticas públicas necesarias para obtener los niveles de igualdad a los cuales la sociedad mayoritariamente adhiere”, sostuvo el titular de Economía.

Con anterioridad, continuó Oddone, en los períodos 2015-2019 y 2020-2025, hubo “shocks externos” como la pandemia o la sequía, que supusieron “contracciones”. En 2024, la economía creció un 3%, pero eso solo implicaba una “recuperación”. Según Oddone, arrastramos una década de descensos, ya que “el promedio de los 10 años es un crecimiento bajo”. En el último siglo, se explayó el Ministro de Economía, no hubo momentos como este. El bajo crecimiento de la última década “contrasta claramente con distintos momentos de la Economía uruguaya”.

“O sea que creciendo a este ritmo no solamente estamos creciendo por debajo de lo que crecimos en momentos en que la economía se desempeñó satisfactoriamente –a pesar de las crisis que en algún momento hicieron desaparecer esos momentos de crecimiento–, sino que, además y sobre todo, no estamos logrando generar los recursos necesarios para, insisto, alcanzar la prosperidad y los niveles de cohesión social que la sociedad pone sobre la mesa”, subrayó, nuevamente, Oddone.

Tras hacer consideraciones generales, Oddone pasó a plantear una serie de consideraciones “que tienen que ver con la situación económica en la que el país discute esta Rendición de Cuentas”.

El primer punto es que el cambio de metodología en el Instituto Nacional de Estadística (INE), realizado en la administración anterior pero aplicado en febrero de este año, puso “en manifiesto y con claridad algo que muchos sospechábamos o sentíamos”: “la pobreza, con la nueva metodología, hoy en día es 17.3%, no 8.3% como reportaba la anterior; es el doble”.

“Lo que hoy podemos decir es que la pobreza en Uruguay estrictamente abarca a casi la quinta parte de la población, y este es un punto en el cual la administración de la política económica del gobierno de Yamandú Orsi quiere poner un foco central”, manifestó el Ministro de Economía para luego indicar que la pobreza “aumentó en los menores de seis años y esto sí que es un problema, un motivo de preocupación bien relevante para nosotros”.

“En Uruguay tenemos, aproximadamente, unos 30.000 nacimientos por año. Si un 32% de la pobreza está concentrada en los menores de seis años, eso quiere decir que hay aproximadamente 10.000 niños que nacen pobres. Esto es un desafío muy importante porque es una prioridad, pero al mismo tiempo es un número que alberga esperanzas porque es un número atacable”.

Otro elemento que se suma a los datos divulgados por el INE es que aumentó la indigencia. En 2019, era del 1%; en 2024, pasó a ser de 1.5%. “Incluso, si yo no me equivoco, estos niveles de indigencia no computan la situación de calle, porque la encuesta va dirigida a hogares y, por lo tanto, las personas que están en situación de calle no son relevadas, o sea, que esta situación de personas francamente vulnerables es seguramente mayor que la que están reportando las estadísticas”, aseguró el Ministro de Economía.

El déficit fiscal, fijado en 4.1% y no en 3.3% como aseguraron las cifras oficiales del gobierno anterior, plasma una situación “restrictiva” con una deuda neta que acapara más de la mitad del Producto Bruto Interno. Esto configura “una situación manejable” pero con dificultades. Las políticas necesarias para mantener la cohesión requieren de 5 mil millones de dólares anuales y la economía tiene que crecer entre 2% y 3% para poder satisfacer esa necesidad.

“Informamos que las necesidades de financiamiento que nosotros teníamos estimadas para este año 2025 eran del orden de los 5 mil millones de dólares, de los cuales había quinientos millones de dólares con organismos internacionales y aproximadamente 4 mil quinientos millones de dólares con los mercados”, detalló el Ministro para luego asegurar que “la verdadera situación fiscal del país en 2025 es que las necesidades de financiamiento están en el orden de los 6 mil millones de dólares, o sea que son aproximadamente 1.000 millones más de lo que creíamos que era necesario”.

La idea de Oddone es, además de configurar un mapeo de la situación del país, poder profundizar en el fortalecimiento de la institucionalidad fiscal para crear mecanismos de “deuda prudente” y que se pueda configurar una trayectoria “fiscal” del Estado a largo plazo sin medidas de contracción y expansión “cíclicas”.

“Para nosotros es esencialmente relevante, porque esta agenda que estamos implementando –que la directora de Política Económica del MEF, la economista Bibiana Lanzilotta, está llevando adelante con un grupo de colegas– está contenida en las recomendaciones del Consejo Fiscal Asesor y en todo el trabajo que hicieron los consultores del BID para la administración anterior en materia de regla fiscal. Inclusive, recoge algunas recomendaciones que nos hizo el Fondo Monetario Internacional en la misión de visita que se llevó a cabo hace unos días, para mejorar nuestro perímetro fiscal”, pero este punto, especificó, será incluido en el Presupuesto.

Tras ser votada la Rendición de Cuentas en el Parlamento, un mes después, Oddone asistió a la Comisión de Hacienda integrada con el Senado el 8 de julio. Allí estuvo horas tratando de poner paños fríos al clima totalmente enrarecido de la Comisión, que principalmente discutía si el país tenía un problema de déficit fiscal o no. Oddone pidió calma para que no se corriera la bola en los mercados. Tras escucharlo, senadores como Graciela Bianchi, Javier García y Sebastián Da Silva aseguraron confiar en “la honestidad intelectual” de Oddone y, según García, el ministro de Economía contaba con su respaldo. Aun así, el tope de deuda no obtuvo su aprobación.

Los lineamientos presupuestales

A fines de julio, el Ministro de Economía presentó una serie de “lineamientos presupuestales” a todo el gabinete del gobierno. Posteriormente, dio una conferencia de prensa que compartió con el Ministro de Trabajo, Juan Castillo. Allí negó conocer la evidencia científica que sustentaba la propuesta del PIT-CNT de aumentar las arcas del Estado aplicando el 1% al 1% más rico.

“El Ministerio de Economía presentó los lineamientos presupuestales para poner a consideración del Gabinete Ministerial. Allí nosotros establecimos una visión del escenario macroeconómico y los desafíos que Uruguay tiene por delante, una actualización de la situación fiscal y de las perspectivas que hay hacia adelante”, informó Oddone.

Durante la conferencia de prensa, destacó, al igual que el Presidente de la Cámara de Representantes, que las 63 medidas emitidas por el gobierno serían las más trabajadas en el texto del Presupuesto. Al ser consultado por Subrayado sobre cuáles serían esos lineamientos, el Ministro de Economía se desmarcó: “las prioridades son algo que va a definir el Poder Ejecutivo, una vez que conozcamos todo lo que los incisos están poniendo sobre la mesa, obviamente el Presidente de la República”.

Semanas atrás, en Búsqueda se anunció que se incorporaría en la discusión presupuestal el Impuesto mínimo global, cuyo compromiso comercial asumió el Estado uruguayo en 2021 al firmar el Acuerdo Fiscal Global del Marco Inclusivo de la OCDE, que establecía que las empresas multinacionales con facturaciones anuales superiores a 750 millones de euros debían contribuir.

Una de las 63 medidas presentadas al principio de año incluye la exoneración del IVA para las cooperativas, aunque, según se informó en El Observador, el senador Heber propuso primero exonerar del IVA la compra de los contenedores que adquiere “El Cura Verde” para proporcionarle vivienda a las poblaciones vulnerables.

La vivienda, una de las prioridades presupuestales, es uno de los puntos que concentra estas 63 medidas “innegociables” que presentó el FA en mayo, y una de las dos promesas presupuestales que incluyó en su programa de gobierno con la idea de “tender a duplicar” el presupuesto en vivienda, que hace más de medio siglo ocupa apenas medio punto del PBI.

¿Qué piensa Oddone sobre asegurar la vivienda a las poblaciones más vulnerables y garantizar la dichosa “cohesión social”? Según informó en el programa de streaming Yunta, la vivienda es una prioridad: “nosotros tenemos que resolver los problemas elementales de la gente ahora, siempre me lo marca Orsi, ahora, a la gente hay que darle el piso, ahora hay que darles el techo, ahora hay que darles seguridad”. Y continuó: “en un Plan de Vivienda es mucho más relevante dar acceso a piso, a techo y a condiciones de habitabilidad razonables que armar un barrio con un plan a diez años. Por eso, lo que hace el Cura Verde en el territorio es algo que el gobierno ve con buenos ojos”.

¿Y los 55 años de historia de producción de vivienda digna de las cooperativas de FUCVAM? ¿Qué pensará la cúpula Presidencial sobre la construcción de ciudad popular y alternativa? ¿Dimensionarán lo que significa tener un actor que luchó por impulsar una de las primeras políticas del suelo en el país? ¿Es digno el contenedor? ¿Es una respuesta transicional o permanente? ¿Qué pensará Orsi sobre las comunidades barriales y la necesidad que plantean algunos "de armar un barrio con un plan a diez años"? ¿Sabe que la ciudad planificada unicamente por inmobiliarias genera la expulsión de las clases vulnerables a la periferia? ¿Habrá visto el programa de RadioMundo en el que, conducido por Emiliano Cotelo, dos historiadores uruguayos analizaron si vivimos "un cambio de época"? ¿Considerarán importante pensar en la integración territorial? ¿En la plaza, en el centro cultural, en la parada de ómnibus y en la cantidad de líneas? ¿Sólo el techo importa? Si solo importa el techo, por si la pregunta es demasiado ansiosa, ¿qué significa ser de un barrio? ¿Duplicaremos el Presupuesto en vivienda después de medio siglo de sostener una de las necesidades básicas del ser humano con un penoso prsupuesto de medio punto del Producto Bruto Interno? 

Durante una conferencia de prensa que tuvo lugar este sábado y, tras el transcurso del debate interno del Frente Amplio sobre el presupuesto, el senador emepemista Daniel Caggiani, aseguró que de las cinco prioridades presupuestales es la vivienda. "Ni que hablar vivienda", remarcó el Senador tras ser consultado por el "escenario de restricciones" que había plasmado el Ministro de Economía.