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HACER ENTRE MUJERES
La lucha del Área de Género de FUCVAM por la Cotitularidad en las viviendas cooperativas
Equipo Comunicación FUCVAM

La presente nota es una síntesis del trabajo realizado durante 2021 con el Área de Género de FUCVAM, de sistematización del proceso de lucha por la cotitularidad en las viviendas cooperativas.

Por Melissa Cabrera

En la búsqueda de introducir cambios que contemplen las situaciones de violencia doméstica y que promuevan la equidad de género, en 2019 se aprobó en el Parlamento de Uruguay la Ley 19.837 de cotitularidad en viviendas cooperativas, la cual implicó la modificación de la Ley nº 18.407 de Cooperativas.

Este resultado es parte de un largo proceso de trabajo llevado adelante por el Área en varias dimensiones vinculadas a la búsqueda de equidad en la participación de las mujeres en las cooperativas, y también a la búsqueda de consolidar un posicionamiento político desde el movimiento cooperativo frente a situaciones de violencia de género.

Entendiendo la cotitularidad como un importante hito en la lucha desplegada desde el Área, se buscó con este trabajo de sistematización recuperar la memoria de este proceso. Si bien la Ley de cotitularidad establece condiciones para todas las cooperativas de vivienda de Uruguay, este trabajo surge con el objetivo de contar el proceso hacia la Ley y su implementación desde la experiencia concreta del Área de Género de FUCVAM; se busca dar cuenta de las situaciones vividas y abordadas desde las compañeras cooperativistas del Área, de sus preocupaciones compartidas y de la necesidad que identificaron de actuar frente situaciones de violencia de género.

 Cuando el Área comienza a abordar situaciones de violencia doméstica vividas por mujeres cooperativistas, encuentra como una de las mayores dificultades en el abordaje el hecho de que suelen ser los varones agresores los socios titulares y por tanto quienes tienen el derecho de uso y goce de la vivienda, lo cual pone en riesgo la permanencia de las mujeres víctimas de violencia en la misma. Es a partir de la búsqueda de posibles respuestas ante estas situaciones que nace la lucha por la cotitularidad. A continuación, se presenta una síntesis del trabajo final, desarrollando en primer lugar el trabajo llevado adelante por el Área, y a continuación el proceso hacia la Ley y su Reglamentación.

Sobre el Área de Género de FUCVAM, la ley y su reglamentación

El área surge en 2015, a partir de la iniciativa de diversas compañeras integrantes de FUCVAM que identificaban la necesidad de incorporar una perspectiva de género dentro de la Federación. A partir de esto se conforma el Área que comienza a trabajar promoviendo instancias de formación sobre temáticas de interés, en la búsqueda de facilitar herramientas teóricas que permitieran pensar cuestiones del modelo cooperativo de vivienda desde una perspectiva de género, lo cual viene a ser parte de un contexto más amplio de diversos esfuerzos y luchas promovidas desde el feminismo. Los principales 3 ejes de trabajo que se definieron son: el tema de la participación de las mujeres en el cooperativismo de vivienda, la obra y la violencia.

Desde el Área hacen hincapié en el proceso de aprendizaje colectivo que les ha implicado como mujeres cooperativistas conformar este espacio. Resaltan el espacio como un proceso formativo y de aprendizaje constante; donde prima lo vincular, y hacer colectivas sus propias experiencias individuales como mujeres cooperativistas. Es desde estos espacios, desde el encuentro entre mujeres, compartiendo experiencias, que han realizado un proceso formativo a partir del cual discutir cuestiones asociadas a la vivienda, el hábitat y la construcción de ciudad, desde una perspectiva feminista.

La lucha por la cotitularidad

El Área trabaja desde 2015 temas que luego canalizan en gran parte hacia la lucha por la cotitularidad. A partir de la iniciativa de trabajo desde FUCVAM en temas de violencia doméstica, comenzaron a recibirse varias denuncias en las cuáles el tema de la titularidad aparecía como un problema común. En 2017 el Área presenta un informe de situaciones de violencia atendidas desde el servicio del Área, en donde se repiten preocupaciones al momento de pensar su abordaje:

“Los aspectos de la intervención que realizamos desde el Área de Género y que nos vienen quedando sin poder resolver agravados por el riesgo que tienen las mujeres de perder el derecho de permanencia en la cooperativa y quedar en situación de calle son tres: a- aspectos legales (concubinatos no reconocidos, cambio de titularidades) b- capital social (desconocimiento por parte de las mujeres, varones y de los Consejos Directivos si les corresponde y cuánto/ criterios de liquidación y plazos) c- subsidio a la cuota (un solo titular: varón agresor): Titularidades a nombre del varón agresor. Desconocimiento de las partes sociales (Capital social de la pareja 50%). Deudas a nombre de las mujeres (préstamos bancarios). Ganancias y bienes materiales a nombre de los varones agresores (autos, motos, equipamiento del hogar). Tenencia judicial y guarda de menores a nombre de las mujeres. Estado Civil: solteros, concubinatos no reconocidos legalmente. Incumplimiento por parte de los varones agresores de sus obligaciones como padres (no pago de pensión alimenticia, subdeclaran ingresos, ingresos informales, etc). Voluntad de pago de las mujeres y recibos a nombre de los varones agresores que ya no habitan en la vivienda. Voluntad de pago de las mujeres y no aceptación por parte de Directiva por no ser la titular (acumulación de deuda y causal de expulsión). Estas son algunas de las situaciones que ocurren con mayor frecuencia y que se constatan con carácter de graves, repitiéndose en algunas cooperativas que atentan contra la lucha del movimiento y sus reivindicaciones como ser desconocer la posibilidad del subsidio a la cuota, criterios mercantiles y lucrativos en nuevos ingresos a cupos disponibles tanto en cooperativas en trámite, obra como habitadas. Estilos verticales y autoritarios de gestión por parte de algunos Consejos Directivos que llegan al punto de desconocer medidas cautelares dictadas por orden judicial”. (fragmento del informe realizado por el Área de Género, presentado a la Directiva de FUCVAM, 2017)

En varias situaciones se repite el tema de la imposibilidad del pago de cuota por parte de las mujeres víctimas de violencia que lograban permanecer en la vivienda, lo cual generaba deuda y también la posibilidad de pérdida de la vivienda, dando cuenta de un tipo de violencia que no es sólo física, sexual, psicológica, sino también económica y patrimonial. Se relatan casos donde las propias cooperativas resuelven solidariamente pagar esas cuotas, absorber la deuda; pero en todos los casos se trata de situaciones excepcionales que no pueden sostenerse a largo plazo.

Se relatan diversas situaciones desde las Comisiones de Género de mujeres cooperativistas de FUCVAM, donde ante una situación de violencia, se realiza la denuncia y hay una resolución del Juez de medidas de alejamiento y de que sea la mujer quien permanece en la vivienda. Pero a partir de que se terminan las medidas ahí empieza el problema, los Consejos Directivos comienzan a preguntar qué hacer, y llaman a audiencias para conciliar quien se queda en la vivienda. En muchos casos los varones agresores plantean que para que sea la mujer quien queda en la vivienda, la misma debe pagar el capital social para que esto pase, pero las mujeres no cuentan con los recursos económicos para realizar este pago.

En los relatos de referentes del cooperativismo de vivienda dentro del Ministerio de Vivienda, también se mencionan las dificultades al momento de pensar las situaciones de violencia. Se plantea que en la mayoría de las situaciones se actúa caso a caso y por la vía de la excepción al no contar con mecanismos e instrumentos claros que den garantías a las mujeres en cuanto a seguridad y permanencia en la vivienda.

Desde el Área de Género se plantea que a partir del conocimiento de todas estas situaciones se comenzó a abrir un panorama más amplio, vinculado a que el problema de la titularidad única abarca varias dimensiones, no sólo lo que refiere a la violencia doméstica. Aquí aparece el tema de la participación de las mujeres en la toma de decisiones. Las mujeres han estado históricamente presentes en las cooperativas, pero los roles de representación que se asumen se han restringido principalmente a comisiones devaluadas que tienen poca legitimidad y escaso acceso a la toma de decisiones centrales para la cooperativa. Hay una tendencia en el cooperativismo a idealizar las relaciones que se dan por los valores en los cuales se basa el modelo, que se entiende se caracterizan en ser horizontales y democráticas, desconociendo así las desigualdades de género que sí existen en las cooperativas.

 De la revisión de fuentes documentales y las entrevistas realizadas, surge como principal hito en la lucha por la cotitularidad, la 68ª Asamblea Nacional Extraordinaria de FUCVAM de 2017 en San José donde varias compañeras cooperativistas plantean diversas preocupaciones, así como proyectan acciones, y es a partir de esta Asamblea que se resuelve avanzar hacia un proyecto de Ley de cotitularidad.

“A partir de dicha asamblea nos enfocamos en negociar con el ministerio cuatro puntos fundamentales de nuestros reclamos: 1) Caminar hacia la titularidad compartida de los núcleos familiares, y que en caso de violencia doméstica los derechos permanezcan a nombre de la implicada. 2) Garantizar el subsidio a la cuota para todas las compañeras que lo necesiten. 3) Promover que la violencia doméstica sea incluida en los reglamentos de las cooperativas como falta grave. 4) Exigir al estado políticas públicas que protejan física y económicamente a las mujeres en situación de violencia doméstica”. (Informe Área de Género de FUCVAM, 2017)

Desde ese momento se abren instancias de diálogo entre diversos actores vinculados a la temática, para elaborar los primeros borradores del Proyecto de Ley. Se trabaja con la Comisión de Género del Ministerio de Vivienda, CUDECOOP, INACOOP, FECOVI, comisiones de género de FUCVAM, compañeras cooperativistas, y se van formulando diversas propuestas.

Es en este proceso de elaboración del Proyecto que aparecen diversos antecedentes normativos que vinculan la Ley de cotitularidad, con la Ley General de Cooperativas (18407). Pero también con la Ley de Unión Concubinaria (18246), La Ley de Erradicación de Violencia Doméstica (17514) y la Ley de violencia hacia las mujeres basada en género (19580). Así, en setiembre de 2019 se aprueba la Ley2 , lo cual implicó que se sustituyeran los artículos 119 y 141 de la Ley 18.4073 . La Ley pauta la cotitularidad y avanza en mencionar explícitamente la violencia doméstica y de género como causal de expulsión de un socio. Luego, muchas cuestiones quedan remitidas a lo que pueda reglamentarse.

Proceso de Reglamentación de la Ley

A partir de la aprobación de la Ley, comienza el proceso de Reglamentación. En 2020 se vuelven a dar instancias de espacio de diálogo con diversos referentes del modelo cooperativo de vivienda, nucleados principalmente a partir de convocatorias de INACOOP y CUDECOOP donde también participa el Ministerio de Vivienda.

Al estudiar Ley en detalle comienzan a visualizarse ciertas dificultades para Reglamentar la misma, falencias en el texto de la Ley que complejizan formular un decreto reglamentario.

Se menciona en las entrevistas, como explicación a las falencias en la redacción del texto de la Ley, el contexto en el cual se tuvo que resolver ingresar al Parlamento la propuesta de Ley. En 2019 finalizaba una gestión de Gobierno y técnicas/os de DINAVI, que trabajaron principalmente en la redacción de ese texto de Ley entendieron como fundamental que ingresara para su aprobación antes de que se diera este cierre de gestión. Se ingresa la Ley, se vota en el Parlamento y se aprueba con celeridad; entendiendo que muchas cuestiones podrían revisarse de forma posterior en el proceso de Reglamentación. Pero es en este proceso que se pasa a entender que había aspectos que eran necesarios que fueran parte de la Ley y que no se contemplaron; se entiende con el proceso de reglamentar que era necesario que la Ley colocara algunas cuestiones centrales de forma más clara.

Respecto al proceso de Reglamentación podemos decir que desde 2019 el Área año a año consolida más su trabajo y conformación, y las discusiones sobre cotitularidad atraviesan este proceso. En 2019 y 2020, el Área trabaja en estudiar y analizar la Ley buscando generar una propuesta de reglamentación de esta. Es en este proceso que se identifican 3 temáticas fundamentales que hasta el día de hoy se constituyen como dificultades al momento de reglamentar: las decisiones vinculadas al capital social, la retroactividad de la aplicación de la ley y el voto del socio.

Frente a todos estos temas problemas de todas formas algo que se repite en los relatos en las entrevistas, es la necesidad de llegar a una reglamentación. Las situaciones de violencia son constantes y es necesario contar con instrumentos claros que faciliten actuar frente a las mismas dando garantías a las mujeres agredidas de poder continuar en la vivienda, así como sostener la misma.

Teniendo todas estas cuestiones presentes, las dificultades, los temas problemas que plantea la reglamentación de la ley, pero también la importancia de lograr la reglamentación; el Área formula un borrador de Reglamentación y es en base a este documento que se intenta seguir avanzando. Actualmente se trabaja en 3 líneas principales: Reglamentar la Ley en base al borrador sugerido por el Área de Género. Realizar modificaciones a la actual Ley con una propuesta de texto sustitutivo. Avanzar hacia la revisión de toda la Ley 18407 de Cooperativas para colocar de forma transversal la perspectiva de género, revisando específicamente el capítulo de cooperativas de vivienda desde la cotitularidad.

Reflexiones finales y nuevos desafíos

En primer lugar, este proceso viene a sintetizar varios esfuerzos desplegados y aún en marcha desde las mujeres cooperativistas, específicamente nucleadas en el Área de Género de FUCVAM. Permite condensar procesos, visibilizar preocupaciones, valorizar prácticas ya existentes que tienen por finalidad avanzar hacia la equidad de género y la erradicación de las situaciones de violencia. La lucha contra la violencia hacia las mujeres en las cooperativas de viviendas viene siendo catalizadora de procesos más amplios de reapropiación y de luchas renovadas para defender y colocar la vida en el centro. Por tanto, esta lucha aparece como un Importante antecedente hacia la equidad y hacia la prevención y erradicación de violencia de género y su Reglamentación será un importante insumo, una herramienta concreta para avanzar hacia la equidad de género dentro del modelo cooperativo de vivienda.

De todas formas, desde el Área se entiende que la Ley y su Reglamentación no es el único instrumento para desplegar en la lucha por la equidad de género. Se suma a otra cantidad de esfuerzos y acciones que es necesario seguir desarrollando.

Como acción transversal y fundamental, visibilizar y valorizar prácticas que ya se vienen desarrollando en las cooperativas de vivienda y que son sostenidas principalmente por las mujeres. La Ley surge de la experiencia concreta y de retomar y consolidar prácticas ya existentes; lo cual ha permitido politizar esas relaciones entre mujeres, y realizar procesos de resignificar la importancia del trabajo reproductivo, revisar las relaciones entre el espacio público y privado, y también del vínculo y las relaciones de poder entre varones y mujeres. A su vez potenciar las fuerzas en la búsqueda de varias compañeras para dar respuesta a las situaciones de violencia que atraviesan a las mujeres.

Este proceso de lucha por la cotitularidad es un ejemplo de variadas formas de lucha adoptadas por mujeres cooperativistas en la búsqueda de erradicar desigualdades y violencias basadas en género. Luchas colectivas que nacen de preocupaciones compartidas. Acciones muchas veces invisibilizadas que es necesario seguir conociendo, valorizando y promoviendo. Luchas auto organizadas que tejen nuevas tramas y también visualizan otros mundos posibles que coloquen en el centro la sostenibilidad de la vida.