La Mesa 2 fue una de las primeras cooperativas de vivienda por ayuda mutua. Su construcción no solo involucraba a cinco distintas cooperativas integradas por 281 familias, sino la prueba de una política pública que arribó en un momento inesperado.
Según retrata Juan Ángel Llopart en su libro “Una Historia de Solidaridad”, el proceso de Mesa 2 en el barrio Peñarol, implicó una experiencia “rica” tanto de construcción de viviendas dignas para la clase trabajadora como para graficar cómo se revitalizó la vida urbana de un barrio ferroviario.
Hace más de 50 años, la instauración de la conocida Ley Nacional de Vivienda, n.º 13.728, posibilitó en un contexto difícil la construcción de viviendas a través del cooperativismo. Fue así como, gracias a la figura del diputado Juan Pablo Terra, surgió un proyecto de gran envergadura.
Durante esta “dura realidad” no solo reprimía la organización obrera en cualquiera de sus formas, sino que diezmaba los bolsillos populares con congelación de precios y salarios. La FUCVAM se fundó el 24 de mayo de 1970.
Fue así que trabajadores de textiles, de la industria gráfica, metalúrgicos y ferroviarios hicieron de una irrisoria posibilidad, una realidad histórica. Cinco cooperativas COVIMT, COVISAG NORTE, MACOVI 1, COVIAFE 2 y COVINE 3, lograron erguirse en el barrio Peñarol.
Algunas anécdotas esbozadas por Llopart dan a conocer que gracias a almaceneros y vecinos la urgencia de dinero se solventó más con solidaridad obrera que con intereses gubernamentales.
Este contexto no solo estuvo permeado por problemas administrativos con el Banco Hipotecario Uruguayo, no solo que requirió el coraje y la persistencia de los obreros sindicalizados y pioneros en el cooperativismo.
La construcción de Mesa 2, dotada hoy de bibliotecas y policlínicas, exigió que desde textiles a metalúrgicos destinaran durante dos años de su vida 21 horas semanales de obra, si no que también requirió de la creatividad colectiva.
Durante la etapa de construcción fue necesario dotar de servicios a la zona, implementar una guardería, aportar horas por familias de mujeres solteras con hijos y compartir con otra mesa una central de suministros.
A pesar de que el sorteo de viviendas tuvo lugar en octubre de 1974, y de que como sostiene el propio Llopart “la solidaridad fue una palanca fundamental de este emprendimiento colectivo”, esta rica historia de vivienda digna avanzará hacia la de un barrio digno.
Las y los cooperativistas arribaron al ferroviario Peñarol para incorporar saneamiento, luz eléctrica y aumentar las líneas de ómnibus, durante el proceso de construcción.
Con un lenguaje sencillo y gracias a la Comisión Fomento, la Biblioteca de Mesa 2, Celia Lago, Jorge Rebollo, Lilián Laguna, Beatriz Fonsalias, Nylda Guevara, Esther Pérez, Eduardo Ferro, Martha Benitez, Fanny Jauregui, Roberto Houguet, Alicia Seattone, Eduardo Farías, William Severo, “Pancho” Núñez, Silvia Agriel, Richard Pieri y las hijas del autor Silvia y Renée, Llopart pudo construir colectivamente un emblema colectivo.
La intención del autor de poder trasladar a futuras generaciones la rica experiencia de Mesa 2 logra quedar impresa y sus ediciones pueden obtenerse en la sede central de FUCVAM. Por suerte, el autor pudo derribar sus miedos de no concebirse como escritor y poder aportar, con solidez, una historia emblemática.