“Una vez
por error
perdonamos a nuestros deudores
todavía
nos deben como un siglo
de insomnios y garrote”
Padrenuestro latinoamericano, Mario Benedetti
Un reclamo constitucional: la lucha del pueblo peruano
Pedro Castillo Terrones fue destituido por el Congreso peruano a principios de diciembre. Con 101 votos a favor de la destitución presidencial, Dina Boluarte asume la presidencia.
Al conocerse la noticia, la Policía Nacional de Perú comunica por Twitter, para luego borrar la comunicación oficial, que apresaría al Presidente de la República y lo trasladaría a la Fiscalía Nacional Peruana para investigarlo por corrupción.
La resistencia
Organizaciones civiles, populares, sindicales, gremiales, indígenas y estudiantiles se resisten al gobierno golpista. A mediados de diciembre, manifestaciones se despliegan por todo el territorio peruano.
El sur concentró la mayor cantidad de resistentes. Hubo manifestaciones en 15 regiones, 27 provincias y concretó unos 80 bloqueos por carreteras. La represión en manos de la Policía Nacional de Perú y el Ejército, incorporando en todos los operativos proyectiles de letalidad.
Organizados tanto en comités de lucha como en comités de huelga, el reclamo de los disidentes políticos era que el gobierno convocase elecciones. Ante el silencio de las autoridades, y la respuesta represiva, aún hoy las manifestaciones tienen lugar en territorio peruano.
Durante las protestas de diciembre, la primera víctima mortal de la represión fue Víctor Santisteban Yacsavilca, asesinado por las fuerzas de seguridad peruanas con un proyectil en la cabeza. Ese mismo día el gobierno peruano, liderado por Boluarte, había decretado Estado de Sitio.
Como consecuencia de los operativos desplegados por las fuerzas conjuntas de Perú, la Fiscalía investiga a las fuerzas de seguridad por el asesinato de 12 manifestantes, entre ellos menores de edad, ocurridos el pasado diciembre de 2022.
Por su parte, Amnistía internacional registró 46 casos de violación a los Derechos Humanos y documentó 12 asesinatos con armas de fuego. Según Defensoría del Pueblo de Perú, se contabilizan 48 muertos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, otros 11 civiles por hechos vinculados al bloqueo y miles de heridos. De las personas heridas, 393 fueron lo fueron durante las protestas del 7 al 31 de diciembre de 2022. Otras 908 se contabilizaron entre el 1 de enero al 17 de febrero.
Si bien la mayoría de las protestas son pacíficas, algunos elementos de violencia, como arrojar piedras o cohetes, fue la excusa para que tanto la Policía de Perú como el Ejército arremetieran con balas de manera indiscriminada. Los objetivos de los proyectiles eran concretos, pero también se asesinaron y/o lesionaron a transeúntes y manifestantes que prestaban auxilio a las personas heridas.
Tras el aumento de las protestas, el congreso aprueba el llamado a elecciones para abril de 2024. La crisis ha registrado a miles de manifestantes y otros cientos de policías heridos. Pero la medida no disminuyó la organización y la lucha del pueblo peruano, ni en las urbes, ni en el medio rural.
Planteada como una salida “institucional” el secretario del Estado peruano, Antony Blinken propuso las elecciones con el objetivo de “salvaguardar la estabilidad democrática del país”.
Varias regiones son las que continúan en pie ante el gobierno golpista. Incluso las más combativas son aquellas en las que estuvo presente durante su lucha colonialista, Tupac Amaru.
Algunas víctimas de la represión
Jhonatan Erik Enciso Arias
Hijo de madre y padres quechuas de 18 años, estudiante y jugador de voleibol. Murió el pasado 12 de diciembre. Una bala lo alcanzó mientras se encontraba observado un cortejo fúnebre desde las alturas del cerro de la ciudad de Andahuaylas. Cientos de personas se habían apostado allí para filmar la protesta y un cortejo fúnebre.
La policía decidió disolver los homenajes a los dos jóvenes que habían muerto en la ciudad el día anterior con gases lacrimógenos. Según información a la que accedió Amnistía Internacional, la policía apuntó hacia las alturas, pero las personas allí no estaban ejerciendo violencia.
Wilfredo Lizarme
Wilfredo Lizarme falleció con 18 años de edad en similares circunstancias a las que fue sometido Jhonatan Erik Enciso Arias.
Leonardo Hancco Chacca
Leonardo Hancco era operador de maquinaria pesada y tenía 32 años. Murió en las inmediaciones del aeropuerto de Ayacucho el pasado 15 de diciembre. Según la documentación a la que accedió Amnistía Internacional, las fuerzas armadas utilizaron balas durante siete horas contra los manifestantes alrededor del aeropuerto. Leonardo falleció junto a otros nueve jóvenes ese día.
Beckham Romario Quispe Rojas
Beckham era un entrenador y futbolista de 18 años. Hijo campesino de padres quechua. Murió en una protesta en Huancabamba. El proyectil que le quitó la vida en una pista de aterrizaje en desuso de Andahuaylas fue entregado un mes después a las autoridades.
Robert Pablo Medina Llenterhuay
Robert Pablo Medina fue un estudiante de secundaria e hijo de agricultores quien falleció con 16 años de edad. Asesinado con un proyectil en el pecho, varios testigos lo vieron caminar entre un grupo de manifestantes con una bandera peruana en su mano. Chincheros, 12 de diciembre.
Víctor Santiesteban Yacsavilca
Víctor de 55 años, por el impacto de una granada lacrimógena en la cabeza en Perú. Durante las manifestaciones el pasado 28 de enero.