Con cientos de cooperativistas y sindicalistas ocupando la calle, el movimiento popular en su conjunto llamó a la defensa de la integridad democrática y aseguró que ante una cadena de eventos políticos con opacidad, no ameritaba dar vuelta la página.
“En defensa de la democracia y en contra de la corrupción”, fue un evento político bastante debatido. La discusión televisiva apuntó a si habida gente o no. Si la democracia merece defensa ante la acelerada entrega de pasaporte al prófugo narcotraficante Sebastián Marset fue la otra cuestión. Se midió el hecho con el análisis de la convocatoria y se calificó como fuertes las palabras implementadas en la proclama.
Lo cierto es que todos los medios televisivos estuvieron presentes en esta convocatoria popular. Y que a diferencia de eventos políticos como presentación de candidatos a presidencia, que no cuentan con su perniciosa medición de público, no suele ocupar agendas políticas. Semana antes, una serie de placas habían salido en las redes de FUCVAM, PIT-CNT y FEUU, y evocaban la defensa de la democracia. Ponían en la mesa la palabra corrupción ante una crisis política.
Tanto politólogos como fuerzas opositoras al gobierno toman con cuidado las palabras utilizadas para analizar la manipulación documental llevada a cabo por un asesor de presidencia, Roberto Lafluf, el exsubsecretario del ministerio del Interior, Guillermo Maciel y la exsubsecretaria de relaciones Exteriores, Carolina Ache. A una semana de que el propio ministro del Interior, Luis Alberto Heber presentara su renuncia al presidente de la República, y de que el propio presidente Luis Lacalle Pou haya declarado en conferencia de prensa estar en conocimiento de las reuniones realizadas dentro de la Torre Ejecutiva, el movimiento popular salió a manifestarse. Allí estuvieron quienes creían que la categorización de los hechos merecía un calificativo determinante.
Tal vez sea una oportunidad para congraciarse con las bases del movimiento popular, o la excusa para encontrarse en las calles, o la incertidumbre que genera tener un verano penosamente nublado. O todo junto. Cientos se reunieron en una concentración, con carteles socarrones: “Pasé a saludar”, algunos otros con palabras como “corrupción”, “narco”, “democracia”, alguna que otra mezcla de pabellones nacionales y algunas banderas del Frente Amplio.
Entre los presentes se destacan cooperativas de vivienda por ayuda mutua, sindicales de peso como Daniel Diverio del SUNCA, el presidente de la Central, Marcelo Abdala, el rector de la Universidad de la República, Rodrigo Arim, la intendenta Carolina Cosse, la senadora Silvia Nané, el senador Óscar Andrade y el diputado Gonzalo Civila. Pasada media hora de la concentración leyeron la proclama el secretario general de FUCVAM, Gustavo González, y la secretaria general de la central sindical, Elbia Pereira.
La cronología de la proclama
Tanto la González como Pereira redundaron en una lista: el caso Astesiano; el del exsenador herrerista Gustavo Penadés; la designación arbitraria de militantes nacionalistas en Salto Grande; el seguimiento a senadores frenteamplistas por Katoen Natie; el seguimiento al presidente de la central sindical Marcelo Abdala; la renuncia del exministro de Turismo y actual senador colorado por designaciones directas y compras públicas sin licitación, Germán Cardoso; la designación directa de viviendas por la exministra Irene Moreira, y, por último, el caso Marset.
Los enunciados más ovacionados por el público fueron los que referían a la participación del presidente. “Estamos aquí porque nuestro país atraviesa una grave crisis política y un deterioro institucional por responsabilidad del gobierno”, comenzó nuestro secretario general. Para ya en los primeros minutos definir: “hablamos del caso más escandaloso dentro de una larga sucesión de eventos protagonizados de corrupción por distintos estamentos del Poder Ejecutivo”. Y definió a la movilización como un acto para “defender nuestro derecho a saber la verdad”.
“Son muchos los casos de opacidad y corrupción de este gobierno”, determinó la maestra y secretaria general de la central sindical, Elba Pereira, para luego remarcar que “no alcanza con las renuncias de los ministros, los viceministros y el asesor presidencial. Menos aún cuando se dice que todo estuvo bien y que actuaron dentro de la ley”.
“La coalición de gobierno en el Parlamento, con sus votos, impidió que se discutiera en ese ámbito sobre esta grave crisis, reclamando las necesarias respuestas. Pero nosotros vinimos para decir que no hay vuelta de página posible, que si no quieren discutir en el Parlamento vamos a discutir en la calle, en el boca a boca, en cada lugar de trabajo, en cada cooperativa, facultad o centro de enseñanza y en cada barrio, y que vamos a reclamar todas las respuestas", concluyó la maestra.
Foto: Equipo de Comunicación FUCVAM