27 de Mayo del 2024
RECONOCIMIENTO INTERNACIONAL AL MODELO
Delegación de la Fundación Rosa Luxemburgo visita ZONA 3 y COVIAM 96
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Una delegación integrada por el director de la Fundación Rosa Luxemburgo, Törge Loeding, su coordinadora de proyectos, Ana María Vázquez Duplat, el urbanista Stefan Thimmel, la contadora Virginia Parodi y el coordinador de comunicación Víctor Castillo, recorrieron ZONA 3 y COVIAM 96 para conocer el modelo de cooperativismo por ayuda mutua. 

ZONA 3

Entre la caminería angosta y ancha, entre casas de ladrillo y apartamentos en bloc, cerca de COVISUNCA, cerca del Parque Rivera, allí en La Cruz de Carrasco, se yergue el complejo de cooperativas de vivienda por Ayuda Mutua más grande de América Latina. Sergio Segredo, Alberto Muniz y Elsa Perdomo, acompañan a la delegación y muestran, no sin cierto orgullo, cómo se conformó esa enormidad cooperativista integrada por 839 núcleos familiares radicados sobre un terreno de 11 hectáreas. 

ZONA 3 está integrada por siete cooperativas originarias de los sindicatos de artes gráficas, transporte, postales y demás expresiones. Se fundó hace más de medio siglo y hoy tiene 53 años. 

Es un complejo habitacional con más de 3400 personas habitando, cuenta con varias plazas de juegos para infancias, peluquerías, rotiserías, jardín de infantes, un gran salón comunal en dónde se dictan talleres literarios, clases de yoga, entre otras actividades culturales, y una gran cancha de basketball en donde se practican deportes. 

La delegación fue recibida por los cooperativistas y durante el intercambio surgieron varios temas, desde cómo afrontar la participación de los integrantes de las cooperativas hasta la coexistencia cooperativista con una “realidad fragmentada e individualista” como la definió Sergio. “Hay fechas como la de la Macha del Silencio en la que casi todos y todas las cooperativistas asisten a la manifestación, sin embargo, otras fechas no cuentan con tanta adhesión, como es el 1.º de mayo”, ejemplificó el secretario general de ZONA 3. 

Las conversaciones entre la delegación de la Fundación y los cooperativistas de ZONA 3, van desde “la memoria” que tiene el pueblo uruguayo, recordando la Marcha del Silencio que tuvo lugar a inicios de la semana en la que participaron la totalidad de los presentes, hasta lo “excepcional” que es el sistema de ayuda mutua para extranjeros. 

Mientras mira cómo unas infancias se retiran de la gran cancha de basketball Susana recuerda cómo se crean guarderías durante la construcción de las viviendas y comenta la necesidad de cambiar las tablas del suelo por roturas, la argentina Ana María Vázquez Duplat, asegura que “FUCVAM fue una adelantada en construir urbanismo feminista: teniendo en cuenta espacios de cuidado”. 

COVIAM 96

El integrante de la Dirección Nacional, Eduardo Garat, fue el encargado de llevar a la delegación internacionalista a la cooperativa COVIAM 96, cuya integración es de 28 núcleos familiares y cuya construcción conllevó dos años, siendo emblemática en la construcción de cooperativas de la Reglamentación 2008. 

Obtuvieron el préstamo en 2009, lo escrituraron un año después. La obra comenzó en junio de 2010 y se inauguró en mayo de 2012. El plazo de construcción fue efectivamente de 24 meses. 

Comenzando por el salón comunal, la charla va desde cómo se lleva a cabo el cuidado de los espacios comunes de la cooperativa, dividiéndose el cortado de pasto entre los habitantes de esos dúplex de ladrillo en Sayago, hasta el precio de los alquileres por la zona. 

“Los alquileres en la zona y por fuera del sistema de ayuda mutua son de 20 mil pesos aproximadamente, unos 500 dólares aproximadamente”, aseguró Garat a la delegación para luego aclarar que, efectivamente, esas son las mismas estimaciones de cuánto es un sueldo mínimo en Uruguay. 

“Tenía 57 años cuando integré la cooperativa y estaba solo, así que hice 21 horas semanales por mi cuenta, y, sin embargo, esta me parece y me pareció la única solución habitacional que podía concretar”, comentó el integrante de la Dirección Nacional de FUCVAM mientras abría las puertas de su propia casa.