Mientras Gloria Bueno recorre las calles llevando a su nieta Emma, por los pasajes de la cooperativa, relata los pormenores de su tarea militante. El predio de la cooperativa es grande y está nutrido de verde.
“Las cooperativas envejecidas tenemos que rescatar nuestra historia y transmitirla, pero no con el mismo esquema que hace 50 años, sino de una nueva forma”, sostiene para luego agregar que esto se tiene que hacer de forma sostenida porque, por ejemplo, en este barrio inter cooperativo “los socios fundadores comenzaron a morirse y mucha de nuestra memoria viva se está yendo”.
Cuando llega al salón comunal puede, finalmente, descansar del acarreo de la niña. Así cómo nombrar todas las actividades, la policlínica, la biblioteca, los bolsones de reciclaje distribuidos en cinco puntos, los espacios verdes con árboles nativos, el jardín de infantes, el club de jubilados, la huerta orgánica con su propio sistema de riego y las actividades culturales y puntales que coordina la CEFIC.
“Como cooperativistas nosotros solemos tener conocimiento sobre cómo está el vecino, si hay alguna anciana que viva sola, si hay algún adulto mayor que se haya caído, nosotros estamos pendientes de eso. En ese sentido, en las cooperativas hay mucha solidaridad humana”, señala Gloria para luego indicar cuáles son los desafíos más comunes a la hora de intentar integrar una comunidad cooperativa.
La nueva historia
No es casualidad que en su día libre Bueno esté cuidando a su nieta. Tampoco lo es que durante sus tiempos libres, milite en CEFIC. Ella trabaja como asistente social y el cuidado es “su forma de ver la vida”, sentencia luego de saludar a uno de sus cinco hijos, quien también habita el barrio.
Sobre el cuidado de fortalecer los espacios, las comunidades y las formas fortalecer la integración en MESA 1, Gloria asume que los desafíos a los que se enfrentan los militantes, como la falta de participación en todas las actividades, en el total de actividades participan unas 500 personas de las 1600 que viven allí, es un fenómeno que arrastra la sociedad en su conjunto.
“En la sociedad en sí hay mucho individualismo y eso ya representa un problema, también estamos viviendo en un momento en el que la presencialidad, y más aún después del 2020, con la pandemia, se va perdiendo. Para mí el intentar fomentar la presencialidad es muy importante”, sostiene.
Gloria ingresó a la cooperativa a sus 18 años. Y observó cómo el paso del tiempo ha convertido a MESA 1, no solo repercutió en el envejecimiento de la mayoría de sus integrantes, sino, también, en cómo se hace uso de los espacios. "Nosotros no podemos reeditar lo que funcionó hace 50 años porque las épocas cambios, no es lógico aplicar los mismos esquemas, la virtualidad nos hizo cambiar nuestras formas de vincularnos. Ofrecemos juegos para integrar de manera presencial, la búsqueda es satisfacer derechos, porque después de la vivienda encontramos otros derechos para ir satisfaciendo colectivamente. Como la policlínica, como el club de jubiladis o la CEFIC. Nuestro desafío es cómo interpretamos las nuevas necesidades de las personas", sostuvo.
“Antes las personas participaban mucho más de las actividades porque en el barrio no había tanta oferta, ahora sí. La mayoría de las familias se van los fines de semana, o asisten a eventos culturales que hay fuera del barrio cooperativo”, indicó la integrante de la CEFIC para luego informar otro fenómeno que considera importante para pensar en la oferta de actividades para la gente de la cooperativa: “las infancias ya no corren por las pasarelas del barrio ahora juegan a la Play en sus casas”.
Con la intención de promover la presencialidad de los integrantes y convocar a consumir productos culturales de calidad, el análisis que realiza Gloria apunta a que los y las cooperativistas deben formular ofertas “con otro paradigma”.
“Hay que recordar nuestra historia, pero también apuntar a generar una nueva. Fomento trae teatro, películas, pero también debemos proponer otra clase de eventos, la Sinfónica cada vez que viene es un éxito en participación, el salón comunal se llena, con Petru Valensky pasa lo mismo o con La Ventolera”, enumera Gloria.
Como hay actividades que sí son exitosas y otras no, la referente de la CEFIC de MESA 1 sostiene que la idea es poder plantear actividades más acordes a las nuevas formas de integrarse que tienen las comunidades en la sociedad.
“Vamos a hacer noches mágicas, que la gente venga a tirarse las cartas con una tarotista con algún que otro rinconcito para la astrología”, informa Gloria para luego sostener que también esto se traslada a la conmemoración de fechas que considera la cooperativa “hacemos fiesta de Halloween, remontamos cometas para conmemorar el inicio de la primavera”.
A principios de este año, CEFIC de MESA 1 estableció una serie de cometidos. El plan anual es una forma de “coordinarse” entre las cooperativas que integran el barrio. También tienen un folletín en el que se informa a los cooperativistas que tanto en el salón comunal como en el de Las Chimeneas hay clases de gimnasia, karate, murga, danzas urbanas, huertas, plástica, historia, lectura recreativa, ping-pong, volley y hasta un taller percusión.
“La coordinación entre cooperativas está y eso es lo bueno. Como los y las integrantes de las cooperativas fueron sorteadas para ocupar su lugar, estamos habitando todos entreverados y es así como la información va pasándose, de vecino en vecino. A nivel de convivencia estamos integrados”, se congratula Gloria mientras recibe un mensaje de su vecino advirtiendo que cocinará algo frito y que probablemente ese olor invada su casa.
Pese a estos niveles de coordinación, Gloria asume que uno de los públicos más difíciles son los jóvenes. “Se compraron redes y pelotas para armar canchas, pero se usaron un par de veces y se terminó. Las nuevas generaciones tienen problemas con la continuidad y la permanencia”, analiza la referente de la CEFIC para luego indicar que en la misma cooperativa “ya no hay jóvenes en las esquinas”.
Además, según indica, los espacios de militancia cooperativa en año de elecciones van perdiendo participación porque “los pocos jóvenes que puede haber activos se van a militar a otro lado”. Por otro lado, tanto como abuela, madre y asistente social, ha observado que las juventudes tienen un ritmo acelerado de crecimiento “una adolescente de 11 años te plantea cosas de una adolescente de 15”.
“El baile funcionó, probaremos qué ocurre con la astrología, una vez vino Karibe con K y se bailó hasta tarde, lo mismo ocurría con Los Fatales y sigue ocurriendo lo mismo con La Ventolera o la Sinfónica; la forma hay que encontrarla, pero es eso tenemos que poneros a coordinar y pensar en cómo forjar una nueva historia”, concluye Gloria.