El planteamiento más general se refiere a una diferencia de perspectiva. La Federación rechaza la Reforma Jubilatoria porque “como trabajadores y trabajadoras no podemos dejar de discrepar con el aumento de la edad jubilatoria así como también el endurecimiento de las condiciones para lograr el acceso a los beneficios jubilatorios”, se sostuvo.
La delegación observó que existen consecuencias de “efecto inmediato”. Si la Reforma Jubilatoria obtiene la otra media sanción en Diputados, prestaciones directas como las pensiones por fallecimiento, jubilaciones por imposibilidad física y pensiones por invalidez, observarán un “endurecimiento” en el acceso.
“Las condiciones a las que se accede a las pensiones por viudez, vejez, de efecto inmediato también y que afectan mayoritariamente a las mujeres, quienes estadísticamente viven más y sobreviven a sus parejas, se profundizará así las situaciones de desigualdad de género”, se sostuvo durante la comparecencia.
Otro planteo fue que el enfoque de la Reforma es contraer a los “sectores más humildes de la población”. También señalaron la falta de ocupación gubernamental por las cajas paraestatales. “Responsables de una buena parte del desfinanciamiento de BPS, como es el caso de la Caja Militar”, subrayaron.
La Federación se manifestó en contra de la privatización de todo el sistema jubilatorio a través de las AFAPS. Asimismo, hizo hincapié en que la solución del déficit de BPS recae sobre trabajadores y no sobre las patronales.
“Como organización social que vive cerca de los problemas de su gente, estamos seguros de que una reforma integral de la Seguridad Social es necesaria, pero una reforma que profundice en los principios históricos y fundantes de la misma, que nos ha hecho merecedores de elogios en el concierto mundial: la universalidad, la solidaridad intergeneracional y la obligatoriedad y el protagonismo del Estado como órgano rector y administrador del sistema”, se concluyó en la comparecencia.