En este espacio de El Solidario digital hace poco nos ocupamos del tema de la importancia de los plazos, en la ejecución de los proyectos de vivienda cooperativa, y de las reprogramaciones que deben realizarse cuando los plazos previstos no se están cumpliendo.

LA SENSIBILIDAD DE NUESTRA GENTE

“A Pura Letra 2” un libro que compila cuentos, poemas, relatos y algunos ensayos escritos por los integrantes de los “Talleres de escritura creativa” de FUCVAM, ya salió a la luz.  

Editoriales, DAT

Hace casi veinte años, en este mismo El Solidario, entonces en versión impresa, nos planteábamos esta misma pregunta con el mismo título. Eran épocas de la Reglamentación 1993, de la Administración Lacalle Herrera, aquella de las franjas, que dividía a las cooperativas según los ingresos familiares, para que ninguna familia tuviera una vivienda que no pudiera pagar, aunque fuera la que necesitaba. En aquella época, aunque la ley hacía posible que las cooperativas tuvieran hasta doscientos socios (y lo conjuntos, por lo tanto, doscientas viviendas), no podían tener más de cincuenta, por una reglamentación que venía de la dictadura, y en los hechos el promedio no llegaba ni a cuarenta.

LA NECESIDAD DE UN DIAGNOSTICO Y DE LA TERAPÉUTICA ADECUADA

En anteriores oportunidades de esta nueva época digital de El Solidario nos hemos referido a la importancia de los plazos de obra (“La importancia de los plazos de obra: punto crítico, desde la previsión al cumplimiento”), y los problemas de establecerlos demasiado cortos, demasiado largos o de que, aunque sean correctos, no se cumplan. Aparte de la consecuencia obvia de que con plazos largos (porque se fijaron así, o porque no se cumplieron los que estaban previstos) el objetivo de la vivienda se aleja, hay otros perjuicios, sociales y económicos, que hacen que éste sea un tema central en el desarrollo de las obras.

Actualidad

Otros temas

fnv